Lo que deseo es una revelación. Que algo o alguien se abra, mágicamente, y yo pueda, al fin, comprender el sentido de mi espera.
“Me asusta un poco, ¿Sabe?, sentirme sentimental.”
— Mario Benedetti
Autora: Elvira Sastre
…No me canso nunca de transmigrar.
Desde el amanecer, me instalo en algún eucalipto a respirar la brisa de la mañana. Duermo una siesta mineral, dentro de la primera piedra que hallo en mi camino, y antes de anochecer ya estoy pensando la noche y las chimeneas con un espíritu de gato.
¡Qué delicia la de metamorfosearse en abejorro, la de sorber el polen de las rosas! ¡Qué voluptuosidad la de ser tierra, la de sentirse penetrado de tubérculos, de raíces, de una vida latente que nos fecunda… y nos hace cosquillas!
(…) A mí me gusta meterme en las vidas ajenas, vivir todas sus secreciones, todas sus esperanzas, sus buenos y sus malos humores.
Por eso a mí me gusta rumiar la pampa y el crepúsculo personificado en una vaca, sentir la gravitación y los ramajes con un cerebro de nuez o de castaña, arrodillarme en pleno campo, para cantarle con una voz de sapo a las estrellas.
¡Ah, el encanto de haber sido camello, zanahoria, manzana, y la satisfacción de comprender, a fondo, la pereza de los remansos…. y de los camaleones!…
(…) Cuando la vida es demasiado humana —¡únicamente humana!— el mecanismo de pensar ¿no resulta una enfermedad más larga y más aburrida que cualquier otra?
Yo, al menos, tengo la certidumbre que no hubiera podido soportarla sin esa aptitud de evasión, que me permite trasladarme adonde yo no estoy: ser hormiga, jirafa, poner un huevo, y lo que es más importante aún, encontrarme conmigo mismo en el momento en que me había olvidado, casi completamente, de mi propia existencia.
Extraído de “Espantapájaros” (1932) Oliverio Girondo
Ser, insignificante y grandioso a la vez.
Las promesas de lo seguro son mera utopía. Las construcciones con las que nos educamos nos hacen sentir de alguna manera todopoderosos, pero resulta que si todo se modifica, tampoco nosotros somos estáticos.
“Por favor nunca cambies”… ¿no es un poco exigente? ¿no es un tanto imposible? Cuántas veces nos forzamos a no cambiar, porque cuando nos damos cuenta de que lo hacemos, nuestro mundo seguro y tangible flaquea. Desconocemos infinito, en cada idea abstracta, hay incalculables posibilidades. Una sonrisa me cambia, el curso del río que fluye me cambia, un descubrimiento me cambia, el fuego de una emoción irrefrenable me cambia, una palabra me cambia, el viento que corre con locura me cambia, una mirada me cambia, sentir mi cuerpo descansando en la tierra me cambia. Soy lo que sé hasta ahora, y también lo que no sé, el conocimiento mismo está dispuesto a plena modificación, por eso prefiero vagar por el mundo, con la conciencia de la transitoriedad de mi vida, con la apertura suficiente, con la pasión que me conduce a amar y a descubrir, mientras dure.
¿Porqué será que se pierden mis ojos ante la vida? Es curioso saber de mi su ausencia y ver con claridad mi poca cordura en comparación con el comportamiento habitual, trazo, examinó aquel trazo y vuelvo a rayar. Al despertar del día no soy un cuerpo, soy más bien como una sombra que va tomando la forma de uno, que va tejiendo lentamente su pensamiento, cargando a su voz sus recuerdos. Cuando cae las gotas de la ducha... es más que agua, son melodías al reloj que se estiran a ser cajas. Cuando veo el cuando saliendo de mi boca le muerdo con los dedos, quiero detener su sonido en una sola oración. Mis pies son hierba que dejan rastros de tierra, mis brazos ramas que doblan a despedir las hojas, mi piel de viento que duerme al suspiro. Sigo sintiendo que no está la respuesta a mi extrañeza por más que la busco entre los trazos... Camino errando; dando pasos al revés, camino dejando mi silencio en cada paso, camino por gusto y amor ante esa vida ajena de mis días, tomando sus colores en paletas y coloreando a mi modo... a veces aceptando que de afuera no hay mucho por cambiar, que nadie vera mis telas y quizás es mejor así. Que no hay tela, no hay paletas o colores, solo mi sonrisa que camina por la boca y se presenta a ser vivida de la mejor forma.
"Para empezar a curarte, deja de engañarte pensando que un pequeño placer equivocado te curará la pierna rota. Di la verdad acerca de tu herida y entonces comprenderás el remedio que le tienes que aplicar. No llenes el vacío con lo que te resulte más fácil o lo que tengas más a mano. Espera a encontrar la medicina adecuada. La reconocerás porque tu vida será más fuerte y no más débil."
— Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola Estés
“También he aprendido a no confundir el sentimiento con el anhelo de tener, así como a no aferrarme a la pasión del momento, porque nada es eterno. En un segundo, el corazón se siente en el cielo para, al cambiar la manecilla, ir directo al suelo. Así son las emociones. Así son los pensamientos. Así son los anhelos nacidos de los más profundos sentimientos. No hay eternidad, sólo cambio constante. Es por eso que he aprendido a darme sin olvidar lo que tengo y lo que nunca voy a poder poseer.”
— Esu Emmanuel© , I have also learned not to confuse the feeling with the desire to have, as well as not to cling to the passion of the moment, because nothing is eternal. In a second, the heart feels in the sky so that, when changing the hand, it goes directly to the ground. So are the emotions. So are the thoughts. Such are the longings born from the deepest feelings. There is no eternity, only constant change. That is why I have learned to give myself without forgetting what I have and what I will never be able to possess.