“Vive, joder, vive. Y si algo no te gusta, cámbialo. Y si algo te da miedo, supéralo. Y si algo te enamora, agárralo.”
—Primero de poeta, Patricia Benito
hablar de esas noche es pensar en la culpa y las espinas que atravesaron mi garganta.
recordar que era más obscura y yo no fui valiente para escapar. Cobardía.
LOS 'FRAGMENTOS DE UN DISCURSO AMOROSO' DE ROLAND BARTHES
"¿Estoy enamorado? –Sí, porque espero". El otro, él, no espera nunca. A veces, quiero jugar al que no espera; intento ocuparme de otras cosas, de llegar con retraso; pero siempre pierdo a este juego: cualquier cosa que haga, me encuentro ocioso, exacto, es decir, adelantado. La identidad fatal del enamorado no es otra más que ésta: yo soy el que espera.
Y bien, creo que ya es momento de dejar ir. Gracias por todo, por lo que sucedió y por lo que no.
idarklights
“Y soy capaz de gritarte que te quiero mientras corro en la dirección contraria. Cualquiera te diría que no soy recomendable, y estaría en lo cierto.”
—Elvira Sastre
“Quiero estudiar, quiero aprender, quiero escribir. Tengo veintidós años. No sé nada. Nada fundamental. No sé lo que debería haber aprendido hace muchos años. Nadie me enseñó nada. Sé, en cambio, lo que debería saber mucho después. De allí que me sienta anciana y niña al mismo tiempo.”
“¿Te tiemblan las manos? A mí me tiembla la vida.”
— Emma Blue.
“Y no somos otra cosa más que instantes de tiempo en pausa dentro de la nula eternidad. Caminamos creyendo que nos movemos, pero nunca dejamos el mismo lugar. Y nos movemos lenta, muy lentamente, engañamos al ojo, lo hacemos creer que lo que ve es la realidad, sólo somos una burda interpretación mostrada por nuestros ciegos sentidos… Y para quien una hoja muerta puede ser motivo de llanto, para otro puede ser un motivo para festejar la impermanencia.”
— Esu Emmanuel.
El lenguaje silencioso engendra fuego. El silencio se propaga, el silencio es fuego.
Era preciso decir acerca del agua o simplemente apenas nombrarla, de modo de atraerse la palabra agua para que apague las llamas del silencio.
Porque no cantó, su sombra canta. Donde una vez sus ojos hechizaron mi infancia, el silencio al rojo rueda como un sol.
En el corazón de la palabra lo alcanzaron; y yo no puedo narrar el espacio ausente creado por sus ojos.
Alejandra Pizarnik De «El infierno musical» (1971)
Imagen: Candid Lang